La Psicología Social Comunitaria es un área que asume como fundamento principal el compromiso social para transformar aquellas condiciones que dañan la vida de las personas. La forma de trabajo que emplea para lograr tal objetivo, parte del involucramiento de la gente en el análisis de su propio estudio. Esto significa que las mismas personas comprendan el poder que tienen para llevar a cabo acciones que permitan dar soluciones a sus necesidades y problemáticas. Sin embargo, sería inadecuado exigir a las personas su actuar, su responsabilidad para con los demás, su derecho a una vida digna, sin antes estar conscientes del valor de la persona, de su trascendencia sobre el mundo, de su capacidad de acción, en fin, de lo que cada quien es y de lo que podría llegar a ser.

El presente trabajo se enfoca en proponer al teatro del oprimido como una estrategia de intervención problematizadora que, dentro del marco de la psicología social comunitaria, podría facilitar un proceso de concienciación en las personas, para que de ellas mismas surjan iniciativas que permitan transformar las condiciones que obstaculizan y dañan su existencia.

El trabajo pretende navegar en la problemática del cambio social en el espacio particular del trabajo comunitario, tomando como perspectiva la psicología social comunitaria y una propuesta de praxis que incorpore la metodología artística del circo social. Esta metodología busca generar el aprendizaje de diferentes formas de mirarse y de relacionarse consigo mismas, con los demás y con su entorno. El texto solicita un interlocutor que vierta cuestionamientos, experiencias y planteamientos que den vida a lo expuesto en el contexto de la comunidad.